¿Se puede ser el jugador más determinante de un partido jugando menos de 12 minutos? La respuesta es sí, como así demostró el jugador nacido en Chicago como Bobby Dixon y transformado y nacionalizado turco con 19 puntos y unos porcentajes de tiro fantásticos (5/5 T2 y 3/6 T3) en tan solo 11:48 minutos, siendo el revulsivo del conjunto otomano, especialmente en el útimo cuarto, y la fuente de inspiración de Zeljko Obradovic cando Zalgiris más apretaba.